Transcripcione Quinta

Especialistas:

Mg. Janet M. Thorngate, Presidenta, Seventh Day Baptist Historical Society
Dr. Jeff Bach, Profesor de estudios de historia, Bethany Theological Seminary
Dr. Otto Dreydoppel, Profesor de historia eclesiástica, Moravian Theological Seminary
Lic. Mark Turdo, Curador, Moravian Historical Society
Dr. Merlin D. Burt, Director, Center for Adventist Research
Dra. Chun-Fang Yu, Profesora de religión, Columbia University
Dr. Jonathan Spence, Profesor de historia, Yale Universi ty
Mg. Robert Mulluk, hijo, Director ejecutivo, Noorvik Native Community
Cheva Lot Fredericks, Paruima, Guyana
Viola Henrico, Paruima, Guyana
Nalee Dillea Arthur, Paruima, Guyana
Belsiano Edmunds, Paruima , Guyana
Lic. Sidney L. Davis, hijo, Ex-Presidente, Bible Sabbath Association
Dr. Bertram L. Melbourne, Decano interino, Howard University School of Divinity
Dr. Samuel Koranteng-Pipim, Asociado en consultoría religiosa, University of Michigan
Dra. Alexis McCrossen, Profesora de historia, Southern Methodist University
Dr. Rodney Petersen, Director ejecutivo, Boston Theological Institute
Esq. James D. Standish, Director de asuntos legislativos, Seventh-day Adventist Church
Kwasi Opoku-Boateng, Fresno, California
Esq. Lee Boothby, Vice-Presidente, Council on Religious Freedom
Lic. Calvin Burrell, Editor, The Bible Advocate, Church of God (Seventh Day)
Lic. James Parker, Presidente de junta, Church of God and Saints of Christ
Lic. John W. Ritenbaugh, Presidente, Church of the Great God
Dr. Skip MacCarty, Pastor asociado, Pioneer Memorial Church
Dr. Ekkehardt Mueller, Director asociado, Biblical Research Institute (Seventh-day Adventist)
Dr. John McVay, Decano y profesor del Nuevo Testamento, Andrews University Theological Seminary


ÒMary WilliamsÓ

¡Tom Miller! ¡Por amor de Dios! Entra. Dame esa ropa mojada; debes tener frío.

ÒTom MillerÓ

El gobernador me envió, con un asunto muy urgente. Debo hablar con su esposo.

ÒMary WilliamsÓ

Él no se siente bien; pero sé que le gustará verte. Pasa donde el fuego.

Roger, despierta. Tom Miller está aquí de parte del Gobernador Winthrop.

ÒRoger WilliamsÓ

Tom Miller, ¡cuánto me alegro en verte! ¿Qué asunto te trae desde Boston en una noche como ésta?

ÒTom MillerÓ

El gobernador me envió. He venido por todo el camino sin descansar, con un asunto de mucha urgencia. El Sr. Winthrop le advierte de un gran peligro para usted. Los magistrados quieren mandarle a Inglaterra. Han despachado al Capitán Underhill y sus hombres para tomarle de sorpresa.

ÒRoger WilliamsÓ

Humm. Con que los poderosos jueces, no están contentos con haberme desterrado de la colonia. ¿No les importará que esté enfermo?

Mary, dame ese té especial, por favor.

Vamos a ofrecerte algo, aunque es una mezcla amarga. Nos enseñaron los nativoamericanos, “los bárbaros”, como los cristianos los llaman. Pero somos nosotros los que hemos robado sus derechos innatos al ocupar su tierra. Y todavía los llamamos bárbaros.

Gracias, mi amor.

ÒMary WilliamsÓ

Luego traigo para ti, Tom.

ÒRoger WilliamsÓ

Así que, tienen temor de que yo encuentre refugio en este desierto y levante una multitud de disidentes y perturbadores del orden público. Ése es el plan de ellos: mandarme en un barco a Inglaterra en pleno invierno.

ÒTom MillerÓ

Quizá Inglaterra sea un buen cambio para usted. Más civilizado y todo.

ÒRoger WilliamsÓ

¿Dijiste civilizado? Permíteme decirte lo que significa volver a Inglaterra. Significa caer en las manos del Arzobispo William Laud. Recuerdo muy bien cuán civilizado fue cuando condenó a Alexander Leighton por seguir su propia conciencia.

ÒTom MillerÓ

ÀLeighton?

ÒRoger WilliamsÓ

¿No oíste de él? Tan buen cristiano que hubo. En la Inglaterra civilizada, William Laud, fingiendo actuar con afecto cristiano, lo condenó a treinta y seis latigazos en la espalda desnuda, a cortársele las orejas, a partírsele la nariz y marcársele la cara. Luego nuestro cristiano lo hizo poner en cepo a merced del hielo y nieve.

Se supone que mis crímenes son mayores que los de él. Voy a ser despojado de mi hogar y mi familia. Por defender la libertad, por predicar el evangelio de la libertad, por proteger los derechos de todos, incluyendo los del indígena.

Tom Miller, gracias por traerme estas noticias. Vuelve al gobernador y dale gracias por su advertencia. Dile, que no voy a Inglaterra. Voy a vivir libre en este nuevo mundo, cueste lo que cueste.

ÒTom MillerÓ

Pero, se–or, quŽ siÉ

ÒRoger WilliamsÓ

No hay objeciones. Estaré bien. Conozco esta buena tierra mejor que el Capitán Underhill, te lo aseguro. Ve ahora, y que Dios sea contigo.

ÒTom MillerÓ

Y con usted, se–or.

ÒRoger WilliamsÓ

Es un buen mozo.

Mary, esas cosas que habías preparado, las necesito ahora. Voy a partir ahora mismo.

ÒMary WilliamsÓ

¿Esta noche? Estás enfermo. Salir en esta tormenta, será tu muerte.

ÒRoger WilliamsÓ

Será mi muerte, si Underhill me agarra aquí. Deberé estar muy lejos antes que él y sus hombres lleguen. Las cosas, por favor.

ÒMary WilliamsÓ

Aquí las tengo.

No sé cuál es lo peor: que Underhill te agarre o que te sobrevenga la muerte en esta tormenta.

ÒRoger WilliamsÓ

Voy a tomar ese riesgo cualquier día.

ÒMary WilliamsÓ

Por lo menos despídete de las niñas. Te van a extrañar mucho; y yo también.

ÒRoger WilliamsÓ

No las despiertes. Ustedes van a estar en mi pensamiento en todo momento. Y si Dios quiere, nos reuniremos muy pronto.

Debo irme ya. Si Underhill me agarra aquí, tú también estarías en peligro.

Frank Gonz‡lez

Era en enero de 1636 cuando Roger Williams dejó su hogar, desafiando la gélida temperatura de ese invierno en la Nueva Inglaterra.[1]

Frank Gonz‡lez

Su huída era un acto de desafío contra un régimen represivo. Ése fue un momento definidor en la causa de la libertad religiosa, y había de tener un impacto significativo en la historia del sábado como día de reposo.

Frank Gonz‡lez

Les saluda Frank González. Bienvenidos a la parte No. 5, el capítulo final de la serie titulada Un santuario en el tiempo.

Frank Gonz‡lez

Los historiadores y biógrafos describen a Rogerio Williams como un hombre de firmes convicciones, tierno corazón y una voluntad de acero, invencible. Creía apasionadamente en los derechos individuales de todos los seres humanos, y recomendaba la separación de la iglesia y el estado. Esto era un concepto verdaderamente radical en un mundo en el cual la religión se hacía cumplir por medio de legislación civil.

Frank Gonz‡lez

DespuŽs de su hu’da de Salem, se abri— paso hacia el sur a travŽs de la selva sin caminos, sobreviviendo de lo que pod’a recoger o desenterrar en el bosque. Con el tiempo, hall— refugio entre las tribus de indios norteamericanos que viv’an en la bah’a de Narragansett.[2]

Frank Gonz‡lez

Sus enemigos deben haber estado felices de haberse deshecho de él, pero su familia y sus amigos estaban ansiosos de saber si había podido sobrevivir los duros meses del invierno.

 

(Roger Williams Dramatization: part 2)

ÒTom MillerÓ

Disculpe, estoy buscando a mi amigo Rogerio Williams. Me dijeron que usted podría conocerlo. Sé que estaba enfermo y muy probablemente …

ÒRoger WilliamsÓ

… habrá sido cuidado por sus buenos amigos hasta recuperarse y ahora se encuentra muy bien, gracias.

ÒTom MillerÓ

ÁÁSe–or Williams!!

ÒRoger WilliamsÓ

¡Mi buen amigo, me encontraste! ¿Todavía el gobernador se acuerda de mí? Me gustaría oír noticias de Salem o de Boston. Ven y siéntate. Dime.

ÒTom MillerÓ

S’, se–or. El se–or Winthrop me pidi— buscarlo y quiere saber noticias de usted. La se–ora Williams le manda sus cari–os tambiŽn y dice que ella y sus hijas est‡n bien, esperando verlo pronto.

ÒRoger WilliamsÓ

Pues, estoy bien, como puedes ver; gracias a Dios y por la bondad de mis amigos pieles rojas. Pronto obtendré una concesión de territorio, y bien merecido.

ÒTom MillerÓ

Esta es tierra de la libertad que usted busca.

ÒRoger WilliamsÓ

Libertad, derechos inalienables, que el gobierno no rija los asuntos espirituales.

¿Te parece extraño que yo reclame libertad para todos? Los puritanos de Boston usan la espada para imponer su religión. Pero, forzar la religión sobre alguien que no la desea es nada menos que estuprar el alma.

Mira, Tom, la espada humana puede forzar una nación entera a profesar una religión formal aparente. Eso no tiene valor delante de Dios. Sólo la espada de su Espíritu puede regir adecuadamente los asuntos de la consciencia. Así que, cuando regreses al gobernador, dile que debo acatar los dictados de mi consciencia. Tendré un territorio libre, donde la gente viva y adore de acuerdo a su consciencia.

Y dile a Mary que pronto la haré traer. Extraño a ella y a mis hijas, mucho. La menor se llama Freeborn, nacida libre, como ella es. Estoy determinado a que crezca en una tierra libre. Prepararé un lugar para mi familia, donde seremos realmente libres.

Ah, debes tener mucha hambre. Permíteme decirte que esta gente sabe cómo comer y vivir bien. Estás invitado …

Frank Gonz‡lez

La asignación de tierras que Rogerio Williams recibió, en justa transacción, de manos de la tribu de los indígenas Narragansett se convirtió en un refugio seguro para los que se oponían a la religión obligatoria de las colonias establecidas. Su visión de libertad personal se halla inmortalizada en la carta constitucional de la colonia de Rhode Island, colonia que él fundó. He aquí lo que dice:

“Ninguna persona dentro de la colonia mencionada, nunca desde este momento en adelante será de manera alguna molestada, castigada, inquietada, o puesta en duda por cualesquiera diferencias de opinión en asuntos de religión.”[3]

Y había diferencias de opinión, muchas de ellas. Entre ellas, el asunto del día de adoración semanal. La correspondencia del mismo Rogerio Williams muestra que él reconocía el séptimo día de la semana, el sábado, como el día bíblico de reposo.[4]Su colonia de Rhode Island proveyó un campo fértil y protegido para las semillas del reposo sabático en los Estados Unidos.

Cap’tulo 2: Al Nuevo Mundo

Frank Gonz‡lez

Cuando llegaron a Inglaterra las noticias de la nueva y radical colonia de Rogerio Williams, levantaron muchas críticas en Inglaterra. Pero a muchos les resultó atractiva la promesa de ser libres de la tiranía religiosa, y estuvieron dispuestos a desafiar el mar y las selvas de la frontera en su búsqueda de libertad.

Entre los que abordaron los barcos se hallaba una pareja de bautistas de Tewkesbury: Esteban y Ana Mumford. Ellos son los que llevaron al Nuevo Mundo la enseñanza de que el sábado, el séptimo día, es el verdadero día de reposo.

Janet Thorngate,

En 1665, Stephen y Anne Mumford llegaron a Newport, Rhode Island. Probablemente se mudaron porque allí había iglesias bautistas, una colonia con libertad religiosa total, la única colonia con tanta libertad. Quizá se mudaron también por razones económicas. Mumford era comerciante, de mucho éxito más tarde. Y Newport era un puerto comercial activo.

Frank Gonz‡lez

En diciembre de 1671 los esposos Mumford y un puñado de otros formaron la primera congregación bautista del séptimo día en el Nuevo Mundo.[5] El grupo floreció en el ambiente protegido de Rhode Island. Pero cuando los miembros se aventuraron fuera del refugio que les ofrecía su propia colonia, debieron afrontar problemas.

Janet Thorngate

En Connecticut, por ejemplo, los miembros de la iglesia de Newport fueron multados y encarcelados, por trabajar en domingo, pues su día de culto era sábado. Era una forma de hostilizarlos por parte del Estado, por su inconformidad.

Frank Gonz‡lez

Esos primeros bautistas del séptimo día vieron que sus creencias y prácticas relativas al sábado harían que se levantaran conflictos en cualquier comunidad donde se guardara el domingo. La solución fue obedecer el llamado a la libertad que les llegaba desde la frontera que se iba expandiendo.

Janet Thorngate

La razón por qué fundaban iglesias en las fronteras, lo cual ocurrió una y otra vez, fue en parte porque era más fácil hallar tierras inhabitadas, comenzar un pueblo, comenzar una iglesia, crear otras instituciones que ayudaran a la observancia del sábado, y a la libertad religiosa en general. Así lograban extender el sábado, porque viniendo otra gente a la comunidad, a menudo se sentían atraídos a quedarse. Y esto sucedió a través de todo el país, de tal manera que hasta 1900, sus iglesias se extendieron hasta California.

Frank Gonz‡lez

Pero a medida que pasaban los años se hizo cada vez más difícil para los bautistas del séptimo día eludir dificultades. Los territorios de la frontera se convirtieron en estados, y algunos de dichos estados aprobaron leyes dominicales, lo cual trajo consecuencias indeseables, y aun trágicas.

 

(ÒOldtimerÓ Dramatization)

ÒOldtimerÓ

Creyo que fue tiempo atrás, en 1885. Vinieron de alguna parte, de Ohio—los dos, y ella todavía adolescente. Recién casados, y vinieron para vivir en la tierra prometida. Campos. Creo que su apellido fue eso. Él era Juan, y no supe realmente el nombre de ella. Muy bonita la moza, era muy trabajadora, mesmo esperando familia. Tomaron esa parcela en la frontera del estado, cinco o seis kilómetros del pueblo. Tenían un caballo, dos vacas, y trabajaron muy bonito esa tierra. Tenían buena cabaña, y buen pozo. Ese premer año plantaron un jardín bonito.

Y bueno, la mayoría de aquí eran religiosos. Estas gentes eran Bautistas del Séptimo Día, sabrá usté, los que toman sábado por domingo. Pues viviendo lejos del pueblo, pensé que su religión sería ocuparse de sí mesmos. Confundían las cosas, pues, no trabajaban en sábado; “día de reposo” lo llamaban. Y lo trataban al domingo como cualquier otro día de trabajo, mientras la gente iba a la iglesia. Así pues …

Las cosas iban bien, hasta que un malvado del pueblo se quejó al Gran Jurado. El Jurado prestó atención. Yo pensé que no oían ese asunto. Pero decían que Juan manchaba el Día del Señor cada semana. Sólo hacía lo que creía que Dios quería que haga, pero eso no le sirvió. Ese Gran Jurado lo juzgó, lo sacó culpable y lo sentenció ahí mesmo. Él tenía que pagar la multa o ir a la cárcel. Pero ese joven tenía agallas. Él se figuró que ya que estaba en una nación libre, podía tener su propia religión para seguir. Así que se negó a pagar.

Pues, esos comisarios lo arrastraron directo a la cárcel. Su pobre mujer se quedó sola, con su bebé de pocas semanas. Ya de por sí era mala la cárcel, preocupado de su mujer, su bebé. Y era peor para ella: separada de su marido, sin apoyo de nadie. Sólo una o dos señoras venían del pueblo, pero ella de veras estaba sola allí.

Dicen que ella esperaba cada día que él viniera por el camino, por ella; dicen que se sentaba por el portón con su bebé en brazos por horas cada vez. Pasaron semanas así; y el bebé se enfermó. Después oímos que el pequeño se había muerto, en los brazos de su mamá. Fue doloroso ver a ella y a los pocos del pueblo enterrando ese pequeño cuerpo en la tierra. Su marido en la cárcel, incapaz de consolarla. Sin consuelo él tampoco. Esa pobre muchacha, se consumió toda, después de eso; llorando sola, noche con noche.

Y pues, Juan cumplió su condena y le dejaron salir. Se fue a su casa, loco de encontrar a su mujer. Pero cuando llegó, sus vecinos estaban sacando algo. Era un ataúd lo que era. De su esposa era. Se había enfermado. Si me preguntan por qué murió, yo diría que la angustia mató a ella. Él no dijo ni una palabra. Tan sólo los siguió hasta el cementerio y los miró poner a su esposa en la tumba, junto a su bebé. Y él se tiró adentro y lloró hasta no tener lágrimas para llorar.

No se despidió casi de nadies antes de irse de aquí, y no hemos oído nada más de él. Espero que haya encontrado un lugar, donde vivir libre.

Cap’tulo 3: Himnos en el desierto

Frank Gonz‡lez

Los bautistas del séptimo día no fueron los únicos que se trasladaron a la frontera por razones religiosas. Conrado Beisel, un joven refugiado alemán, andaba en busca de un nuevo lugar donde echar raíces propias. Llegó a Pensilvania en 1720 buscando un lugar tranquilo donde pudiera experimentar la presencia de Dios. Pero había demasiadas distracciones en las aldeas cercanas a Filadelfia, de modo que se mudó hacia el oeste, a la zona boscosa que bordeaba un arroyo llamado Cocálico, en lo que hoy día es la ciudad de Efrata. Varios amigos lo siguieron, y formaron una comunidad espiritual muy unida, el Claustro Efrata.

Beisel guiaba la vida espiritual de su rebaño, instruyéndolos en la doctrina y la vida cristiana práctica. Escribió centenares de himnos para reforzar sus cultos. Aún hoy canta estos himnos el mundialmente famoso Coro del Claustro Efrata. La vida era austera. Practicaban el celibato. Los hombres y las mujeres vivían en lugares separados. Eran gente industriosa, buenos trabajadores. Levantaron edificios bien construidos, plantaron quintas y huertos, y pusieron en operación una próspera imprenta. Su estilo de vida típico de la frontera era físicamente agotador, lo cual le daba un significado especial a su día semanal de reposo, que era el sábado, séptimo día.

Jeff Bach

Beisel expuso sus puntos de vista sobre el sábado en un tratado que escribió en 1728, Mystyrion Anomias o “El Misterio de la Iniquidad”. Ahí describió el sábado como una dádiva de la gracia de Dios, que le libra del trabajo a la gente una vez a la semana.

Frank Gonz‡lez

El sábado era un día cuando Beisel y sus compañeros podían comer su pan sin tener que esforzarse en sus trabajos. Esto puso a la comunidad de Beisel en conflicto con las leyes dominicales de Pensilvania.

Jeff Bach

En 1730, la comunidad de Efrata tuvo conflictos legales por quebrantar las leyes dominicales de la Colonia de Pennsylvania. Algunos feligreses fueron detenidos y encarcelados en Lancaster.

Frank Gonz‡lez

Aun cuando Beisel y sus seguidores no andaban al mismo paso que la sociedad que los rodeaba, mantuvieron fielmente su observancia del reposo sabático. Es que no se trataba sólo de un día para descansar. Según su criterio, representaba una realidad eterna.

Jeff Bach

Además, creía que la Venida de Cristo y el Milenio daban la esperanza de un sábado eterno. Por tanto, toda vez que la comunidad observaba el sábado, anticipaba el retorno de Cristo y lo que sería el descanso eternal.

 

Cap’tulo 4: Una voz desde Alemnia

Frank Gonz‡lez

Al igual que Beisel, Nicolás Luis von Zinzendorf nació en Alemania. Era un conde, un miembro de la nobleza. En su niñez y juventud desarrolló un espíritu devoto y sensible. A los 19 años visitó una galería en la ciudad de Dusseldorf, y allí vio un cuadro que cambió para siempre su vida. Representaba a Jesús en la cruz, llevando la corona de espinas. Bajo el cuadro leyó lo siguiente: “Todo esto lo he hecho por ti. ¿Qué has hecho tú por mí?” El Conde Zinzendorf dedicó el resto de su vida a responder esa pregunta.[6]

En 1722 permitió que un grupo de refugiados se establecieran en sus tierras, en Alemania oriental.[7] Era un remanente del movimiento religioso moravo que había comenzado con el martirio de Juan Hus[8], trescientos a–os antes.[9]

A pesar de que Zinzendorf había sido toda su vida luterano, provocó entre los moravos un reavivamiento espiritual, renovando su fe e inspirándoles una nueva visión. De hecho, llegó a ser obispo en la iglesia morava renovada.[10]

Otto Dreydoppel

Zinzendorf tuvo la visión de cómo el mensaje del amor de Cristo podía ser impartido en todo el mundo. Así que, comenzando en 1732, él envió a los moravios por el mundo como misioneros, para llevar el Evangelio a través de las barreras culturales.

Frank Gonz‡lez

Nueve años más tarde, en 1741, llegaron a Pensilvania algunos misioneros de Zinzendorf, con la intención de abrir obra entre los indígenas de Norteamérica. Fundaron la ciudad de Belén[11], y poco tiempo después llegó el conde para ayudar a organizar la comunidad e impulsar su misión.

Otto Dreydoppel

Nicholas Zinzendorf pensaba que los nativoamericanos eran las diez tribus perdidas de Israel. Así que para que ellos se convirtieran en verdaderos cristianos, necesitaban entender el patrimonio judío también, lo cual ciertamente incluía la observancia del sábado.

Mark Turdo

Zinzendorf creía que el sábado era común para todos, sin importar de dónde eran, algo internacional. Era una celebración que podía ser observada por todos. Y sentía que si él podía presentarlo a todos, haciendo de ello una práctica común, podría conducir a todos a la hermandad de Cristo.

Frank Gonz‡lez

El mismo Zinzendorf observaba el séptimo día de la semana como un día de reposo del trabajo, y de comunión con Dios y los hermanos creyentes.[12] Les recomendó esta práctica a los moravos de Belén, los cuales accedieron en forma unánime[13] , declarando que “se debe observar el sábado con tranquilidad y en ferviente comunión con el Salvador”.[14]

Mark Turdo

Zinzendorf sentía que el sábado era el verdadero día de reposo, un tiempo para prepararse mentalmente para que, como pienso que Zinzendorf escribió cierta vez, Dios obre en uno. Pero fue el domingo el descanso legal provisto por la ley inglesa. Y los moravios observaban los dos.

Frank Gonz‡lez

Parece que, junto con esto, el conde Zinzendorf no le ponía gran atención al domingo como día de reposo. Durante el verano de 1742, salió en gira por las misiones indígenas moravas. Cierto domingo, él y su grupo acampaban cerca de Hurley, Nueva York.

Otto Dreydoppel

Mientras estaban allí, unos dignatarios locales fueron a visitarlos, pero el conde Zinzendorf estaba algo desatento por estar escribiendo un himno. Así que no recibió a los visitantes con la debida atención que se merecían. Una de esas autoridades dijo ser Juez de Paz, ahh, luego con cierta actitud arrogante hizo la observación de que el conde parecía estar muy laborioso en una tarde de domingo. Al día siguiente él le forzó a la gente de Zinzendorf a la corte y les aplicó la multa de dieciocho chelines por violar el descanso dominical.

 

Cap’tulo 5: El Movimiento Adventista

Frank Gonz‡lez

Al comienzo del siglo XIX, la mayor’a de las iglesias protestantes de AmŽrica rebosaba de optimismo. Muchos cre’an que estaban en v’speras de un milenio de paz. Pero no todos estaban de acuerdo.

Un ex-agn—stico llamado Guillermo Miller propuso una idea diferente e inquietante. En vez de un milenio de paz, Žl ve’a al mundo avanzando hacia una crisis catacl’smica, el fin catastr—fico del mundo actual y de todo lo que contiene. Miller y sus colegas examinaron con cuidado las profec’as b’blicas, usando mŽtodos de interpretaci—n que los estudiosos de la Biblia hab’an usado durante siglos. Llegaron a la conclusi—n de que Jesucristo volver’a en gloria a la tierra en 1844, con un vasto ejŽrcito de ‡ngeles celestiales.

Millares de personas, mayormente en la Nueva Inglaterra y Nueva York, aceptaron la idea, y se unieron a Guillermo Miller y los dem‡s en preparaci—n para la gran culminaci—n de la historia. El aglutinante que los un’a era su creencia en la segunda venida de Cristo. Nada m‡s val’a la pena, ni sus granjas ni sus negocios, credos individuales o tradiciones. Y ciertamente no les interesaba cu‡l d’a fuera el verdadero para reposar. Y es precisamente aqu’ donde los Bautistas del SŽptimo D’a reaparecen en nuestro relato.

Merlin Burt

A principios de los 1840, los Bautistas del Séptimo Día tuvieron el nuevo énfasis evangelístico de compartir el sábado con los demás creyentes, especialmente los bautistas que no guardaban el sábado. Así que publicaron una serie de tratados, los publicitaron y los llevaron de lugar en lugar. Los miembros procuraron influenciar a quienes les rodeaban. Pero, para su chasco, vieron que nadie parecía interesarse. Nadie les prestó atención.

Frank Gonz‡lez

Pero cerca del pueblito de Wáshington, Nueva Hampshire, cierta dama bautista del séptimo día decidió que era tiempo de hacer que alguien pusiera atención. Se llamaba Raquel Oaks Preston. Y el que puso atención fue Federico Wheeler, un predicador millerita.

 

(Oakes-Wheeler dramatization)

ÒRachel OakesÓ

Pastor Wheeler, ¡qué bueno que vino! Por favor, deme su abrigo y puede dejar esos zapatos mojados ahí en la puerta.

ÒFrederick WheelerÓ

Hermana Oakes, me intriga por qué me llamó urgentemente. Espero que no haya problemas con usted ni con su hija.

ÒRachel OakesÓ

Nada de eso, pastor. Pase a la sala de visitas. Estoy ansiosa de hablar con usted.

Prepara un té para nosotros, por favor.

Siéntese aquí, por favor. Bueno, espero que usted y su familia estén bien, aunque usted está casi siempre lejos.

ÒFrederick WheelerÓ

Sí, hermana, la familia está bien. De todos modos, no hay mucho que hacer en la finca este año, ya que el Señor vendrá dentro de pocos meses.

ÒRachel OakesÓ

Eso podría ocurrir, pero como siempre debemos prepararnos para el futuro, en caso de que Él no viniera antes del próximo invierno. ¿No cree, usted?

Wheeler

Bien, supongo que esa posibilidad existe, pero ...

ÒRachel OakesÓ

Bien, permítame decirle por qué estuve intranquila en los servicios del domingo pasado; y por qué estuve ansiosa de tener este encuentro con usted. ¿Recuerda usted su sermón antes de participar de la Cena del Señor?

ÒFrederick WheelerÓ

Claro. Fue mi mensaje habitual para el servicio de comunión: la necesidad de la debida preparación para no tomar el cuerpo y la sangre del Señor indignamente.

ÒRachel OakesÓ

Usted nos dijo que si alguien estaba desobedeciendo conscientemente los mandamientos divinos, no era digno de participar de la Cena del Señor.

ÒFrederick WheelerÓ

Me halaga el que usted haya prestado atención. Sin embargo, no estará en desacuerdo con mi sermón, ¿no es cierto?

ÒRachel OakesÓ

No, por lo contrario. Estoy de acuerdo de todo corazón. Inclusive diría que más de acuerdo que usted mismo.

ÒFrederick WheelerÓ

ÀC—mo as’?

ÒRachel OakesÓ

Creo, igual que usted, que es nuestro deber cristiano obedecer los mandamientos por amor a nuestro Salvador. Así que, cuando le oí decir esas palabras en la mesa de comunión, difícilmente me abstuve de ponerme en pie para objetar. Oiga lo siguiente:

“Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el séptimo es sábado para Jehová tu Dios.”

ÒFrederick WheelerÓ

Claro, conozco bien ese pasaje.

ÒRachel OakesÓ

Sin embargo, usted y su congregación están desobedeciendo este mandamiento.

ÒFrederick WheelerÓ

ÀDesobedeciendo?

ÒRachel OakesÓ

¿Cómo piensa encontrarse con nuestro Salvador que viene, cuando usted rechaza una revelación tan clara de su voluntad? Él dijo que el séptimo día sería Su santo sábado. ¿Por qué se contenta con observar el primer día?

ÒFrederick WheelerÓ

Pero, hermana É

ÒRachel OakesÓ

¡El primer día, pastor Wheeler, que es domingo; en vez del séptimo día, que es sábado! ¿Entiende usted? Como ministro de su grey, es su deber, su privilegio, guiar su congregación hacia una cabal comprensión del sábado del Señor.

ÒFrederick WheelerÓ

Confieso que nunca había pensado en ese sentido. Quizá será mejor estudiar. Parece que estuvimos empapados con la idea de que el Señor puede venir este año, que hemos dejado a un lado otros asuntos importantes.

ÒRachel OakesÓ

Cierto.

ÒFrederick WheelerÓ

Debo someter este asunto al estudio y a la oración.

ÒRachel OakesÓ

Eso es mi deseo. Estoy segura de que la verdad será tan clara para usted como lo es para mí.

Ah, gracias, querida.

Merlin Burt

Frederick Wheeler estaba impresionado con lo que Raquel Oaks le había dicho. Obtuvo su atención. Entonces tomó la Biblia y aquellos tratados sobre el sábado que los bautistas del séptimo día habían publicado y los estudió fervientemente hasta convencerse de que el séptimo día era el sábado del Señor.

Frank Gonz‡lez

Wheeler, junto con todos los seguidores de Miller, se sintió profundamente chasqueado cuando Cristo no volvió en 1844. Pero no perdió su fe en la Biblia, aun cuando no la comprendía en su totalidad. Siguió estudiando la base bíblica para reposar el séptimo día, y pronto se dio cuenta de que otros compartían su interés. A principios de 1845.

Frank Gonz‡lez

T. M. Preble escribió un artículo o tratado en el cual presentaba algunos argumentos muy persuasivos en favor del sábado como día de reposo. Un lector muy interesado fue José Bates, un capitán de barco jubilado, y ferviente estudioso de la Sagrada Escritura.

Merlin Burt

José Bates leyó lo que Thomas M. Preble había publicado sobre el sábado en febrero o marzo de 1845. Y al leer su Biblia y ese material, él llegó a convencerse de que el séptimo día era el sábado del Señor. Después de haber ampliado su entendimiento, él se convirtió posteriormente en el principal defensor del reposo del séptimo día, lo cual propició el comienzo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

 

Capítulo 6: Un reino de paz celestial

Frank Gonz‡lez

Mientras la doctrina del reposo sabático ganaba terreno en los Estados Unidos a mediados del siglo XIX, la Revolución de Taiping se extendía por la China. Los campesinos se habían rebelado contra la dinastía Manchú.[15]

Chun-Fang Yu

El gobierno de la China continental, que se decía ser del movimiento revolucionario de los campesinos, siempre había exaltado, ah, a los campesinos y los movimientos revolucionarios similares del pasado. Así que, a su juicio, el Movimiento Taiping era un caso glorioso, ahh, el ejemplo más glorioso de la revolución campesina.

Frank Gonz‡lez

Todo empezó con Hong Xiuchuán, el ambicioso hijo de un granjero pobre. El quería llegar a ser algo, y decidió obtener empleo en el servicio civil. Pero Hong fracasó repetidas veces en el examen requerido. Algunos historiadores creen que fue tratado injustamente debido al prejuicio del gobierno contra la clase campesina.

Cierto día, cuando Hong iba saliendo del sitio de examen, un chino cristiano le entregó varios folletos publicados por misioneros protestantes. Se fue a casa, los puso en un estante y se olvidó de ellos.

Hong volvió a tratar de pasar el examen, pero un nuevo fracaso lo hizo caer en un estado de quebranto nervioso, un período de tinieblas y depresión, marcado por una serie de extraños sueños.

Frank Gonz‡lez

Las tradiciones chinas no les daban mucha importancia a los sueños, a menos que hubiera alguna clara conexión con la vida real.[16] Hong no pudo discernir ninguna conexión aquí, de modo que los sueños lo dejaron un tanto confuso.

Jonathan Spence

Fue algún tiempo después de eso que un amigo lo visitó, después de las visiones, después de fracasar en los exámenes, y le dijo: “Oh, veo que tienes esos tratados; son muy fascinantes, ¿no es cierto?” A esa observación casual, Hong respondió: “Bueno, no los he leído.” Entonces el amigo le dijo: “Pues, creo que debes leerlos, te van a parecer atractivos.”

Frank Gonz‡lez

Los folletos llevaron a Hong Xiuchuán a descubrir la Biblia y la revelación que hace el Libro Santo del Dios Omnipotente y su Hijo, Jesucristo. De súbito, los sueños empezaron a tener sentido. El anciano venerable que había visto era Dios. Ahora Hong empezó a ver el universo en forma radicalmente distinta de lo que había aprendido en las tradiciones budistas.

Jonathan Spence

Fue así que el sueño, los tratados y las enseñanzas bíblicas comenzaban a tomar sentido en su mente. Se formaba en él una visión cada vez más compleja de Dios el Padre.

Frank Gonz‡lez

Hong Xiuchuán creía que el propósito de su vida era establecer el Taiping Tianguó, el Gran Reino de Paz Celestial. Su celo religioso consumió a la clase de los oprimidos campesinos, inspirando el movimiento revolucionario más importante del siglo XIX. Hong y sus seguidores publicaron y distribuyeron la Biblia, y hasta les exigían a sus soldados que se aprendieran de memoria porciones de ella.

Chun-Fang Yu

Yo creo que, ahh, el aspecto, ahh, más claramente cristiano del movimiento taiping fue el haber puesto en alto los Diez Mandamientos, y eso, a pesar de tener ellos sus diez reglas casi idénticas, ahh, a los Diez Mandamientos.

Frank Gonz‡lez

Los líderes del Taiping interpretaron en forma totalmente literal el cuarto mandamiento, y exigieron que se observara el día séptimo de la semana como el día de reposo. Por cuanto el calendario chino no tenía semanas de siete días,[17] tuvieron que adaptar su rutina acostumbrada. Cada sexto día se levantaba una bandera para recordar al pueblo a que se preparara para la llegada del día santo.[18]

Anunciador

“El séptimo día es el día santo del Padre Celestial, por eso nuestro Padre Celestial ordenó que fuera el día de reposo y lo señaló como día de culto, un recordativo eterno de que la verdadera felicidad se otorga a las gentes por la gracia de nuestro Padre Celestial, a fin de que siempre tengan en mente la bondad del Padre Celestial” (Hsiao I-shan T’ai-p’ing t’ien-kuo ts-ung-shu).[19]

Frank Gonz‡lez

Los esfuerzos de Hong Xiuchuán por establecer el Gran Reino de Paz Celestial nunca tuvieron verdadero éxito. Sí, lograron él y sus seguidores liberar un 40% del imperio de las garras de la dominación manchú, pero a la larga los ingleses y otras potencias occidentales ayudaron a los manchúes a prevalecer. En 1864 aplastaron la revolución de Hong Xiuchuán.[20]

 

Capítulo 7: Un profeta esquimal

Frank Gonz‡lez

Durante las mismas décadas que vieron las feroces batallas del movimiento Taiping en China, un aislado rincón de Norteamérica presenciaba su propia revolución. La historia es bien conocida por todo el valle del río Kóbuk y el territorio adyacente. Allá por mediados del siglo XIX, por esos lares vivía un indígena o Inúpiat llamado Maniíliq, hombre tranquilo y poco amigo de la ostentación, conocido como el profeta esquimal. Su historia ha perdurado de generación en generación.[21]

 

(Eskimo elders dramatization)

ÒWoman 1Ó

Una vez cuando Maniilaq era muchacho, estaba buscando sus serpientes. Vio un lugar para descansar, entonces fue allí y se sentó sobre una madera. Luego oyó algo extraño como Taatagiik.

ÒMan 1Ó

Taatagiik. Taatagiik. Sonaba así.

ÒWoman 1Ó

Significa “padre e hijo, padre e hijo”. Fue muchas veces al mismo lugar y oyó lo mismo una y otra vez.

ÒWoman 2Ó

Otra palabra más: Isrummiqsuqti. “Fuente de la inteligencia, fuente del pensamiento”. Oyó eso una y otra vez. Decía muchas cosas extrañas, y la gente pensaba que tal vez él estaba loco. Pero era sabio. Más sabio que afatkuq – los chamanes

ÒWoman 1Ó

Alguna vez habló de gente extraña que vendría de afuera, todo de blanco, y luego decía: “Van a traer libros. Y las gentes van a comprender esos libros. Y van a saber de Dios.”

ÒMan 2Ó

Hablaba de botes que volarían en el cielo; de gente que iría en botes sobre las aguas sin remar. Por eso pensaban que estaba loco.

ÒWoman 2Ó

Los chamanes, pienso que tenían miedo de él, o tal vez estaban celosos; porque él siempre rompía sus tabús. Una vez en Kotzebue, dos de ellos querían deshacerse de él. Él les dijo: “Puedo tragarlos a los dos”. Pero, no lo hizo.

ÒMan 2Ó

Ellos quisieron destruír su espíritu mientras dormía, pero su luz interior era muy brillante—no podían acercarse

ÒMan 3Ó

Otra cosa. Hablaba acerca de reposar en el séptimo día.

ÒWoman 2Ó

Ponía un poste en frente de su carpa cada séptimo día; y decía: “En este día yo descanso”.

ÒWoman 1Ó

La gente le decía: “¿Por qué descansas? Eres un flojo, por eso no estás haciendo nada.” Él les respondía que vivía por los mandamientos del Ancestro.

ÒMan 1Ó

El Ancestro. Eso significa Dios.

All talking

S’. Es cierto.

Frank Gonz‡lez

Aun hoy, más de un siglo después de su muerte, perdura el impacto del mensaje y el ejemplo de Maniíliq. Roberto Mulluk, Director Ejecutivo de la Comunidad Nativa Noorvik, vive y trabaja en el valle del río Kóbuk, donde trabajara Maniíliq.

Robert Mulluk, hijo

Ciertamente, Maniilaq estuvo all’ e hizo algunas predicciones de que en el futuro los esquimales tendr’an la capacidad de volar en el aire en algœn tipo de m‡quina. No sab’a c—mo iba a ser, pero sab’a que tan s—lo se necesitar’a estar sentado mientras se volaba. La otra predicci—n la hizo mientras estaba sentado en un bote, diciendo: ÒAlgœn d’a usted va a estar sentado en este bote aqu’, sin poner ningœn esfuerzo, pero va a estar moviŽndose velozmenteÓ.

Frank Gonz‡lez

Además de predecir el futuro, a Maniíliq le preocupaba la vida cotidiana de su pueblo. Temiendo el siniestro poder de los chamanes, esquimales que vivían bajo los diversos tabúes que prevalecían en su cultura. Maniíliq vio que eso hacía que la vida se les hiciera innecesariamente difícil. Se dedicó entonces a debilitar la influencia de los chamanes enseñándole a la gente que no era peligroso ignorar los tabúes; y no se limitó a hablar, sino que dio el ejemplo quebrantándolos públicamente él mismo.[22]

Robert Mulluk, hijo

Un tabú particular era que no se podía comer cierto tipo de fresa silvestre en el verano. Entonces él iba donde ellos para decirles que por qué tenían miedo de comerlo; que deberían comerlo. Luego él comía algunas fresas silvestres y les decía que no le pasaba nada, que no le pasaría nada. Así, todos le miraban por largo tiempo esperando cuándo iría a grasnar; pero no le pasaba nada.

Frank Gonz‡lez

Una y otra vez comprobó que había un poder mayor que el de los chamanes. Cuando los confrontaba, los brujos se daban cuenta de que estaban ante una fuerza superior. Pero él se apresuraba a confesar que su sabiduría y protección venían de arriba, de Alguien que él llamaba “el Abuelo”. Era el Abuelo quien le concedía poder sobre los chamanes; era el Abuelo quien le mostraba el futuro; era el Abuelo quien le indicaba cómo enseñarle a su pueblo a vivir sin temor. Y fue también el Abuelo quien le enseñó a reposar el día sábado.[23]

Capítulo 8: El resplandeciente

Frank Gonz‡lez

La historia de Maniíliq es sólo una entre muchas, que cuentan de individuos que han aprendido acerca del sábado sin haber leído nunca una Biblia ni visto a un misionero. Otro relato llega hasta nosotros de un remoto rincón de la selva tropical sudamericana.[24]

Hace unos cien años, Owkwa, el jefe de un poblado indígena, tuvo un sueño asombroso, el cual transformó su vida. El visitante le dijo muchas cosas a Owkwa. Le habló de Dios, le explicó cómo vivir sano, cómo ser limpio, qué se debía comer. Le enseñó cantos y profecías; y por supuesto, le habló del sábado. El visitante, a quien Owkwa llamaba “El que Resplandece”, le habló también de un hombre que llegaría a su aldea llevando un libro negro.

En el pequeño poblado de Paruima, en la Guyana oriental, nos encontramos con los descendientes de Owkwa. Todavía recuerdan el sueño, y el resplandeciente visitante de Owkwa.

Cheva Lot Fredericks

Se parecía a Dios. Creían que Dios le estaba hablando, porque en su sueño alguien le hablaba. Creían que ese alguien era Dios.

Viola Henrico

Él les habló del sábado, que era un día santificado, que ningún trabajo debía hacerse en los sábados, ningún tipo de actividad, sino sólo hacer culto.

Nalee Dillea Arthur

Owkwa decía: “No pesquen, no labren la tierra; quedémonos juntos para adorar a Dios en este día sábado.”

Belsiano Edmunds

En aquellos tiempos, solían amarrar nudos de cuerda cada semana o cada mes. Cada día desataban uno para el primer día, para el segundo, hasta el sábado. Así sabían qué día era el día de reposo.

Frank Gonz‡lez

Una especie de calendario primitivo semanal, pero digno de confianza. Todavía funcionaba varios años después, cuando un solitario misionero se abrió paso hasta el poblado de Owkwa. Llevaba consigo una Biblia –el libro negro—, tal como en el sueño de Owkwa. Lo que encontró era extraordinario. En vez de la típica tribu primitiva de la selva, los habitantes de la aldea se veían limpios y sanos. Además, observaban fielmente cada sábado como el día de reposo, costumbre que sus descendientes siguen practicando hoy.

 

Cap’tulo 9: çfrica

Frank Gonz‡lez

Le sorprenderá al oyente/televidente saber que el sábado del séptimo día tiene raíces profundas en el continente africano. Veintenas de iglesias independientes han surgido entre los pueblos africanos desde la llegada de los misioneros protestantes en el siglo XVIII. Estos grupos nativos, fundados y dirigidos por africanos, comparten un trasfondo común. Sidney Davis, experto en el cristianismo africano, explica.

Sidney Davis, hijo

El Movimiento de Iglesias Independientes de África es un modo de desligarse del imperialismo occidental, de la imposición de la cultura occidental sobre África. Eso es agradable para ellos porque pueden expresar la cristiandad en el marco de su propia experiencia, en vez de hacerlo en el marco de la cultura impuesta.

Frank Gonz‡lez

No debe sorprendernos ver que se haya esparcido tanto la observancia del sábado. El concepto del reposo sabático se expresa a través de diversos idiomas y tradiciones de Africa. Y no me refiero únicamente a la antigua cultura cristiana de Etiopía que presentamos en la Cuarta parte de nuestra serie.

Melbourne

La tribu Quazulu Natal adoraba un dios cuyo origen no se podía trazar.

Bertram Melbourne

Adoraban a ese dios en un día especial. En este día no se hacía ningún trabajo manual, no cosechaban las mieses, tampoco se les permitía hacer ningún tipo de cultivo. El día estaba enteramente dedicado a la adoración de ese dios. Ese día de culto era sábado.

Samuel Koranteng-Pipim

El concepto o la tradición del descanso del séptimo día siempre ha estado difusamente enraizado en la cultura de Ashanti. Hay que saber que casi en todas las culturas africanas la religión o el concepto de Dios está arraigado o entretejido. Así que la pregunta de cuán antigua es la tradición del sábado para un africano o un Ashanti es realmente innecesario hacerla, porque tanto cuanto saben, siempre ha sido parte de la vida de ellos.

Bertram Melbourne

En el idioma Zulú la palabra “sábado” significa “día de consumación” o “el último día”. Lo que a mí me fascina más es que ellos tenían estos conceptos del sábado desde mucho antes de la llegada de los misioneros europeos.

Samuel Koranteng-Pipim

Fueron los misioneros quienes introdujeron el culto dominical, pues hasta entonces todos sabían que Dios tenía sólo un día de culto, el sábado. Cuando los misioneros europeos llegaron, introdujeron no sólo una manera diferente de adorar, sino un día distinto de culto, el domingo. Y por lo que introdujeron el culto dominical, todo hombre blanco fue llamado automáticamente, “hombre blanco del domingo” o “Quesí Bruoní”, porque se le llama “Quesí” a todo niño nacido en domingo. Para ellos todo europeo es nacido en domingo porque introdujeron el culto dominical.

 

Cap’tulo 10: El domingo beneficial

Frank Gonz‡lez

En América, la tradición que establece el domingo como un día santo ha caracterizado la vida religiosa durante siglos. Se ha llegado a considerar su observancia como un requisito para recibir las bendiciones de Dios. Más aún, algunos sostienen que ignorar el día santo es lo mismo que invitar un desastre.

Alexis McCrossen

Más o menos una década antes de la guerra civil estadounidense, un médico del norte, quien era abolicionista, decidió darse una vuelta por el sur para ver la situación por sí mismo, aunque con ojos ictéricos de prejuicio. Estando en Nueva Orleans un domingo, se espantó al ver el quebrantamiento del reposo, los juegos de vicio, la prostitución y la orgía general del día. Al día siguiente un incendio devastó la ciudad, como era común en el siglo XIX. Él escribió en su diario de que tuvieron un buen postre por quebrantar el reposo.

Frank Gonz‡lez

Los tiempos cambiaron, y también han cambiado las actitudes hacia el domingo. A medida que la industria se volvió más mecanizada, y las leyes laborales fueron limitando la extensión de la semana laboral, la gente se aficionó al lujo que significaba tener tiempo libre. El domingo se fue convirtiendo progresivamente en un día para hacer lo que a cada uno se le antoje. ¡Y eso ha traído problemas!

Alexis McCrossen

El problema era que se ponía la marca del dólar al domingo por causa del feriado y recreación, vale decir, que las actividades recreativas de los juegos deportivos, los teatros, los parques recreacionales, todas las actividades recreativas resultaban muy lucrativas, y muchos empresarios lucraban de esas actividades. Consecuentemente, estaban lucrando del día de reposo.

Frank Gonz‡lez

Según muchos líderes religiosos, la secularización del domingo es un paso gigantesco en la dirección equivocada. Surgieron voces fuertes e influyentes que exigían más leyes que limitaran la actividad comercial, y aun la conducta privada, en el domingo. Esos esfuerzos por proteger el domingo continúan aún hoy, apoyados, por ejemplo, por la Alianza para el Día del Señor.

Rodney Petersen

La Alianza para el Día del Señor tomó esta posición, porque creía que el descanso o el reposo existía desde antes de nuestras comunidades religiosas, inclusive del mismo judaísmo.

Frank Gonz‡lez

Hace tiempo, cuando se formó la Alianza para el Día del Señor, el tema de las leyes dominicales despertaba controversias. En mayo de 1888 el senador Henry Blair, de Nuevo Hampshire propuso una legislación destinada a limitar las actividades seculares en domingo, dentro, por supuesto, de la jurisdicción del gobierno de los Estados Unidos. [25] El senador Blair dejó bien claro que el propósito de su proyecto de ley era preservar el primer día de la semana como día de reposo y observancia religiosa. La legislación fue enviada al Comité de Educación y Trabajo del Senado, del cual Blair era presidente.[26]Entre los que presentaron objeciones a la legislación propuesta estuvo Alonzo T. Jones.

 

(Alonzo T. Jones dramatization)

ÒAlonzo T. JonesÓ

Señor, usted puede hablar de la fuerza de la mayoría en asuntos sociales y civiles. Pero no existe ninguna mayoría que pueda dictaminar la religión del hombre. ¡No, en esta nación! No, bajo nuestra constitución.

ÒSenator. BlairÓ

Señor Jones, usted no parece reconocer el derecho, o más importante aún, la responsabilidad del Estado de velar por el bienestar de la sociedad.

ÒAlonzo T. JonesÓ

Senador, es usted quien no reconoce la clara distinción entre la responsabilidad del hombre con el Estado y su deber hacia Dios. Lo primero, debe acatar bajo la fuerza de la ley. Lo segundo, debe ser cumplido sólo bajo la fuerza del amor, y eso, libre y voluntariamente. Ninguna ley puede regir el amor.

ÒSenator. BlairÓ

La ley del Estado debe proteger a la gente para que cumpla con su deber a Dios. Nuestra ley dominical está escrita para preservar el día del Señor que es un beneficio para el pueblo.

ÒAlonzo T. JonesÓ

Es un buen objetivo, senador Blair, pero completamente innecesario. Nuestra constitución ya reconoce los derechos de la gente respecto a su religión. La ley dominical suya no añade nada sobre nuestras libertades fundamentales, excepto restricciones.

ÒSenator. BlairÓ

Temo, señor, de que usted no ve las realidades actuales. Si los hombres tienen un deber hacia Dios, y no lo realizan voluntariamente, dan una influencia corruptora a la sociedad.

ÒAlonzo T. JonesÓ

Es la ley dominical propuesta que va a tener una influencia corruptora al emplear fuerza y coersión para hacerla cumplir.

ÒSenator. BlairÓ

Al contrario. El efecto esperado es que encarezca el reposo. Si los hombres no están de acuerdo en honrar el día del Señor, si no restringimos sus acciones por la ley civil, (perdón) entonces hollarán los derechos de quienes honren y observen ese día como santo para el Señor.

ÒAlonzo T. JonesÓ

Con todo respeto, senador, ¿no ve usted que su proyecto de ley va a permitir pisotear los derechos de los minoritarios religiosos? ¿Quiere usted volver al tiempo del oscurantismo cuando la iglesia y el estado se unieron para forzar a la gente a violar su consciencia y someterla a la religión oficialmente establecida?

ÒSenator. BlairÓ

Señor, ¡eso es una comparación sin méritos! Nuestra ley dominical es para beneficio de toda la sociedad. ¿Acaso no es una función legítima del Estado legislar en favor del bien común?

ÒAlonzo T. JonesÓ

El bien común que usted valoriza tanto, no se efectúa restringiendo los derechos de la consciencia de uno a fin de ampliar los derechos de otro. Se efectúa mejor por las libertades sobre las cuales esta república fue fundada. La coersión religiosa auspiciada por el Estado desprecia la intención de los fundadores.

ÒSenator. BlairÓ

Esta ley hace una excepción para aquellos que desean adorar en otro día, por ejemplo los judíos, los bautistas del séptimo día, ustedes los adventistas del séptimo día, que observan el sábado. ¿Entonces cuál es el problema?

ÒAlonzo T. JonesÓ

El problema es É

ÒSenator. BlairÓ

Justo esta mañana, la Sra. Bateham de La Unión de Temperancia Cristiana Femenina se dirigió a este comité en apoyo de tal excepción. Ella consultó con los representantes de los nueve diferentes grupos que observan el sábado en vez de domingo. ¿Sabe usted cuántos aprobaron tal excepción? Todos. Todos sin excepción.

ÒAlonzo T. JonesÓ

Senador, respeto mucho los principios de temperancia promovidos por la organización de la Sra. Bateham. Pero ella no tiene voz ni voto sobre cuestiones de excepción para mi denominación.

ÒSenator. BlairÓ

Espérese ahí, profesor Jones. ¿Va a objetar contra las excepciones que ciertamente beneficiarán a su grupo y a otros grupos?

ÒAlonzo T. JonesÓ

Sí, señor. En efecto, las objetamos. La cláusula de excepción no cambia el proyecto de ley como para modificar nuestra oposición. El principio es, senador, que si la ley fuera justa y prefecta, la excepción no sería necesaria. Además, una cláusula de excepción no es otra sino una cláusula de tolerancia encubierta. La tolerancia no es libertad. Es simplemente una forma de condescender: la mayoría teniendo paciencia con las opiniones y convicciones de la minoría. Nuestra constitución no garantiza la tolerancia, sino los derechos de nosotros los ciudadanos americanos.

ÒSenator. BlairÓ

Sr. Jones, sin ceder en mi opinión, permítame cambiar de asunto. ¿Cuál sería su reacción si escribiéramos de nuevo esta propuesta como ley de reposo sabático y no dominical? Supongo que usted tomaría una posición diferente.

ÒAlonzo T. JonesÓ

Al contrario, senador. Toda ley que intenta forzar la consciencia es abiertamente anticristiana, inconstitucional, por su naturaleza. Por tanto, senador, estamos en contra de toda ley dominical que se haya legislado desde la primera decretada por Constantino hasta ésta que usted está proponiendo. Y si usted cambia de una ley del domingo a una del sábado, nos opondremos igualmente firmes.

Frank Gonz‡lez

La ley propuesta por el senador Blair nunca trascendió su comité, pero ya existían muchas otras leyes dominicales, llamadas “leyes azules”. De hecho, hoy en los Estados Unidos, 49 de los 50 estados tienen leyes que protegen el domingo.[27] Alaska es la única excepción. Pero el solo hecho de que existan esas leyes no significa que el tema haya quedado cerrado.

James Standish

Las leyes dominicales estatales fueron cuestionadas por las provisiones de la constitución, tanto federales como estatales, incluyendo el debido curso legal, igual protección, violación de la separación de iglesia y estado y la violación de la libertad religiosa. En general, dichas leyes han sido sostenidas por las cortes estatales.

Frank Gonz‡lez

En 1961 la Corte Suprema de los Estados Unidos consideró cuatro casos diferentes que desafiaban la posición constitucional de las leyes dominicales. Los abogados de libertad religiosa esperaban reconocimiento judicial de que estas leyes, debido a su contenido religioso, son inconstitucionales.

James Standish

En el caso McGowan vs. Maryland, uno de los cuatro casos, la corte observó que era obvio que dichas leyes tenían origen religioso, porque trataban del Día del Señor, del reposo, de toda gama de cuestiones, términos y razones religiosas. Por vuelta de 1961, la corte había visto que existía la razón de tratar a dichas leyes como protectoras de los derechos laborales. Y, claro, a la pregunta de si los estados pueden legislar la protección de los derechos de los trabajadores, la respuesta es afirmativa.

Frank Gonz‡lez

Con tantas “leyes azules” en los códigos del país, es justo preguntar por qué se oye tan poco acerca de su aplicación. ¿Están haciendo arrestos las autoridades? ¿Están dando condenas los jueces? ¿Están los cofres públicos enriqueciéndose con las multas aplicadas a los culpables?

James Standish

Yo pienso que hay tres principales razones por qué no se hacen cumplir las leyes dominicales. Primero, las leyes escritas en los libros frecuentemente no se hacen cumplir porque se presta atención a otras prioridades. Segundo, actualmente no existe mucha disposición ni interés entre la población general sobre este asunto. Tercero, yo pienso que muchas leyes se hacen cumplir de una manera invisible al público. Por ejemplo, aquí se ve Washington, D.C. En esta ciudad se prohibe hacer trabajos de construcción los domingos de mañana. Muchos no se dan cuenta de eso porque no se ocupan en la construcción y si alguna vez construyen algo, no es una violación que les afecta significativamente en la vida.

Frank Gonz‡lez

En nuestra era secular y materialista se escuchan pocas voces que pidan leyes dominicales de inspiración religiosa. Hasta la Alianza para el Día del Señor, que es una organización sólida a favor del domingo, está de acuerdo con ello.

Rodney Petersen

La historia de la Alianza para el Día del Señor ha sido en el pasado la de mantener o tratar de mantener las leyes dominicales en los Estados Unidos. Hemos llegado a un punto donde sentimos que eso es una aproximación retrógrada. La legislación puede ser útil, pero nuestra finalidad es promover un entendimiento cultural de importancia sicológica y sociológica de la actualidad, lo cual tiene claramente sólidas columnas religiosas y teológicas cristianas.

 

Cap’tulo 11: El s‡bado en la corte

Frank Gonz‡lez

La experiencia demuestra que en asuntos de religión, la persuasión es mejor que la fuerza. Y todavía hoy no es raro que algunos guardadores del sábado se enfrenten contra las leyes que restringen la libertad de ejercer su religión.

Kwasi Opoku-Boateng

En 1982 yo era empleado de tiempo completo en el Departamento de Alimentos y Agricultura del Estado de California.

Lee Boothby

Kwasi había solicitado el puesto de Inspector de la Planta de Cuarentena en el Departamento de Agricultura de California. Él fue nombrado para el puesto y decidió darse una vuelta por el lugar antes de presentarse al trabajo.

Kwasi Opoku-Boateng

Cuando llegué, supe que había sido puesto en lista para trabajar en sábado. Entonces llamé la atención del supervisor sobre este asunto.

Lee Boothby

La persona que estaba a cargo de esa localidad, le dijo: “Si no estás dispuesto a trabajar en los sábados, yo no voy a dar curso a tus documentos y el Departamento de Agricultura no te va a emplear.

Kwasi Opoku-Boateng

Yo me puse en contacto con el Consejo de Iglesia y Estado, el cual nos ayudó a apelar al Departamento de Alimentos y Agricultura del Estado de California en procura de resolver este asunto mediante un proceso administrativo. Pero el Estado de California no nos prestó atención. Y me revocaron el nombramiento.

Lee Boothby

Después de un tiempo substancial, estuvimos en juicio, lo cual duró varios días. Y finalmente, por desgracia, el juez dictaminó contra él, lo cual es usual para los guardadores de sábado. Inmediatamente elevamos una apelación al Noveno Circuito de Apelaciones Judiciales. El asunto fue finalmente elevado ante tres jueces del Noveno Circuito y ellos fallaron en su favor, invalidando la decisión del juez anterior. El Estado de California se disgustó y solicitó una revisión por la Corte Suprema de los Estados Unidos, la cual no aceptó la apelación, por tanto la decisión del Noveno Circuito era buena, tanto para Kwasi como para la necesidad de amparar las creencias religiosas.

Kwasi Opoku-Boateng

Desde su comienzo hasta el final del pleito pasaron diecisiete años. Nosotros seguimos adelante, porque creímos que estábamos haciendo la voluntad de Dios y porque creímos que otros podrían beneficiarse de nuestras penas.

Frank Gonz‡lez

Perder el trabajo por observar el sábado parece de poca transcendencia comparado con lo que pasó en otros lugares. En 1973, los líderes de un gran país africano, exigieron a todos los ciudadanos que dedicaran un día a la semana para servicios comunitarios, tales como la reparación de puentes y carreteras. A todas luces, parecía una buena idea. Sin embargo, el día nacional que se escogió para hacer esos trabajos, fue el sábado . Eso causó grandes dificultades a los adventistas del séptimo día.

 

(Kidenda Dramatization)

ÒMuteroÓ

Pase.

ÓMP1Ó

Señor, aquí está Gideon Kidenda.

ÒMuteroÓ

Sí, Kidenda. Gracias por venir, Ciudadano Kidenda.

¿Dónde lo hallaron? ¿Qué estaba haciendo?

ÓMP1Ó

Él estaba en su iglesia junto con otros. Cincuenta, tal vez sesenta personas. Él estaba al frente, orando. Nosotros éramos sólo dos, así que no pudimos traerlos a todos. Tratamos de hacerle entender, para que él les dijera que se fueran de la iglesia.

ÒMuteroÓ

¿Y ellos? ¿Están todavía en la iglesia?

ÓMP1Ó

Sí. Primero quisieron seguirnos. Les dijimos que se fueran, a trabajar, pero se fueron directo a la iglesia.

ÒMuteroÓ

Bien. Ciudadano Kidenda, dime, ¿qué viste afuera mientras mis hombres te traían?

ÓKidendaÓ

Gente trabajando.

ÒMuteroÓ

Exacto. Están rellenando los huecos de los caminos, están desyerbando y cortando arbustos. Ellos trabajan aquí, y otros en todo el país están haciendo lo mismo. ¿Sabes por qué? ¿Por qué la gente en todo el país está trabajando en su comunidad hoy?

ÓKidendaÓ

Día Nacional de Trabajo.

ÒMuteroÓ

Así que sabes que es Día Nacional de Trabajo. Hoy y todos los sábados del año es Día Nacional de Trabajo. Pero, por alguna razón no estás con tus compañeros ciudadanos, trabajando para el bien de tu comunidad y tu país. Más bien, estás en la iglesia.

ÓKidendaÓ

Yo estoy dispuesto a prestar servicio a mi país en cualquier otro día. Escoja el día y lo haré.

ÒMuteroÓ

Una silla.

Siéntate, por favor. La ley de la nación dice que el sábado es el Día Nacional de Trabajo. Así que ése es el día cuando trabajaremos en la comunidad. Eso te incluye a ti y a toda la gente en tu iglesia. Tú eres su líder, tienes que decirles eso.

ÓKidendaÓ

Aunque les diga, no van a hacerlo. No en sábado. El sábado es reposo para Dios.

ÒMuteroÓ

Dígales que ahora eso ha cambiado. Que adoren a Dios en otro día.

ÓKidendaÓ

No puedo cambiar el día. El sábado es reposo de Dios, no mío. Es su mandamiento que lo guardemos. No puedo cambiarlo.

ÒMuteroÓ

Escúchame Kidenda. Haz que tu gente se comporte como buenos ciudadanos o tú tendrás que pagar las consecuencias. Esta magulladura en tu cara será apenas como una picadura de mosquito.

Llévense y enciérrenle.

ÓKidendaÓ

¡Señor! Véame. Estos hombres, me han golpeado. Mi sangre está en mi camisa y en sus manos. Me podrán golpear otra vez; tal vez matarme. Pero eso no va a cambiar nada. No puedo decir a los miembros de mi iglesia que quebranten la ley de Dios.

ÒMuteroÓ

Veremos, Gideon Kidenda. Ya veremos eso.

 

Cap’tulo 12: La gente del s‡bado

Frank Gonz‡lez

Al parecer, guardar el sábado puede resultar caro, inconveniente y hasta peligroso. A raíz de todo esto, resulta sorprendente notar cuántos cristianos hay que guardan el sábado hoy. El directorio de grupos que observan el sábado,[28] publicado por la Asociación del Sábado Bíblico, contiene más de cuatrocientas iglesias y denominaciones que guardan el sábado. Uno de ellos es la Iglesia de Dios del Séptimo Día, con sede en el Estado de Colorado, que tiene una feligresía mundial de cerca de 200.000.

Calvin Burrell

El reposo del séptimo día es importante para nosotros como denominación por causa de habernos comprometido ser bíblicos, una congregación basada en la Biblia. Creemos que el sábado es una parte integral de las enseñanzas bíblicas y sería imposible enseñar todos los consejos de Dios y aún vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios si ignoráramos su reposo del séptimo día.

James Parker

En 1896 la Iglesia de Dios y de los Santos de Cristo fue establecida por William Saunders Crowdy en Lawrence, Kansas. Aunque era sólo diácono bautista entonces, el Profeta Crowdy recibió una noción divinamente inspirada de las claves de salvación, una de las cuales era Los Diez Mandamientos. Esto naturalmente lo llevó a la observancia del reposo del séptimo día. Aunque parecía que estaba proporcionando algo nuevo, en realidad el Profeta Crowdy restableció una forma de judaísmo profético que había moldeado las vidas de hombres y mujeres desde la antigüedad.

Frank Gonz‡lez

Muchos de los grupos más pequeños que guardan el sábado, surgieron de la Iglesia Mundial de Dios, fundada por el empresario Herbert W. Armstrong. El relato tiene un comienzo inverosímil. En realidad, fue la esposa del Sr. Armstrong la que lo interesó en el sábado. Esto sucedió en 1926.

John Ritenbaugh

En Eugene, Oregon, una vecina convenció a la esposa del Sr. Armstrong de que debía guardar el reposo del séptimo día. La vecina le probó esto por la Biblia. Cuando ella le habló de esto a su esposo Herbert, él se encolerizó, se enojó tanto que en cierto punto de la discusión le dijo a ella que le divorciaría si continuaba en este tipo de fanatismo, como lo llamó. Ella dijo: “En vez de divorciarme, por qué no lo averiguas y ves si estoy en lo cierto o no.”

Frank Gonz‡lez

Herbert W. Armstrong no se divorció de su esposa. Al contrario aceptó su desafío y pasó varios meses investigando el tema en una biblioteca cercana. Para su sorpresa no pudo contradecirle. Se sintió arrinconado, y sólo pudo llegar a la única conclusión de que el sábado, el séptimo día ES el día bíblico de reposo. Esto llegó a ser el distintivo de la iglesia que fundó.

Herbert W. Armstrong murió en 1986. La nueva directiva de la Iglesia Mundial de Dios, llevó a la denominación hacia un rumbo distinto, más en línea con la mayoría del mundo cristiano, que incluía el cambio de su día de adoración por el domingo. Estas alteraciones costaron a la iglesia cerca de la mitad de su feligresía.

Vemos un cuadro distinto en los Adventistas del Séptimo Día, que son los preeminentes observadores del sábado. La feligresía mundial asciende a 13 millones esparcidos en unos 200 países. Y está creciendo con rapidez. Hay más de 54.000 congregaciones adventistas del séptimo día en todo el mundo, y cada semana se agregan 30 nuevas. Aunque su teología está arraigada firmemente en la tradición protestante, los Adventistas del Séptimo Día han sido el objeto especial de la crítica, debido a su compromiso inflexible de observar el sábado bíblico. Algunos oponentes lo ven como una negación de la libertad cristiana en Jesús.

 

Cap’tulo 13: Los desaf’os

Frank Gonz‡lez

Por supuesto que la libertad está en el corazón de la fe cristiana. Y algunos dicen que guardar el sábado es rechazar la libertad cristiana, que guardar el sábado es legalismo, una forma de ganar la salvación mediante la obediencia. Pero, observar el día bíblico de reposo ¿es necesariamente legalismo?

Skip MacCarty

Dios instituyó el sábado en la creación antes del pecado. ¿Era legalismo esa vez? Si no era legalismo, ¿qué es lo que hace inherentemente legalista ahora? Cuando Dios dio maná por cuarenta años en el desierto, no cayó maná en sábado. ¿Era legalismo? Cuando Dios dio los Diez Mandamientos, ¿eran legalistas esos diez mandamientos? ¿Estaba Dios forzando a un código legalista? No, no estaba. La obediencia no es legalismo. La obediencia puede ser nuestra expresión de amor y gratitud a Dios por su gracia y salvación.

Frank Gonz‡lez

Ahora bien, algunos teólogos cristianos insisten que la salvación está basada en las promesas de Dios, en su pacto y no en nuestra conducta. Dicen que guardar el sábado en obediencia al mandamiento no es necesario. Los adventistas que también creen que la salvación depende de las promesas y el pacto de Dios, consideran, sin embargo, el día de reposo bíblico, como una bendición que el mismo Dios le ha concedido a la humanidad, desde el Edén.

Skip MacCarty

En toda la Escritura, el pacto se presenta como una experiencia de reposar en Dios. Dios quiere que su pueblo confíe en él y le otorga las provisiones que ha declarado en su pacto. Entonces podemos descansar y estar seguros en Dios. Cuando estamos fuera de este pacto de comunión con Dios, nos preocupa nuestra salvación, nos preocupa nuestro futuro, lo que sobrevendrá. Por lo contrario, dentro del pacto, tenemos un descanso y una confianza completos en Dios. El sábado simboliza ese reposo.

Ekkehardt Mueller

Y al guardar el sábado, descansamos en la seguridad de que Jesús nos redimió en la cruz, que somos salvos, que somos sus hijos, que podemos depender de él.

Frank Gonz‡lez

Si el día de reposo tiene un lugar apropiado en la vida del cristiano, ¿por qué tiene que ser el sábado? La mayoría de las iglesias enseñan que los cristianos debieran guardar el domingo en su lugar, y citan referencias del Nuevo Testamento para apoyar su punto. Pero, ¿enseña realmente el Nuevo Testamento que el domingo, que es el primer día de la semana, es el día de reposo cristiano?

John McVay

En el Nuevo Testamento se menciona el primer día de la semana. Al parecer los cristianos se reunieron una o dos veces en ese día. Pero no hubo transferencia de la importancia del sábado del séptimo día al primer día de la semana, llamado domingo. No se convirtió en el día de reposo, ni se convirtió en el día cuando se celebra la actividad creativa de Dios. Tampoco se convirtió en el día de culto cristiano, lo cual sigue siendo el sábado del séptimo día.

 

Cap’tulo 14: El s‡bado eterno

Frank Gonz‡lez

Según los registros bíblicos, las tablas de piedra donde Dios escribió los Diez Mandamientos fueron colocadas en una caja de oro sagrada, conocida como el Arca. Este objeto invalorable de la antigüedad desapareció desde hace mucho tiempo. Su paradero es un misterio. La profecía de Apocalipsis presenta otro misterio en la escena introductoria de otro maravilloso drama. El drama profético se despliega, describiendo en símbolos la guerra entre Jesucristo y Satanás, su gran enemigo. Es el conflicto de los siglos, presentándose a través del escenario de los sucesos humanos. La culminación es emocionante, y la anuncia la aparición de los mensajeros angélicos.

Anunciador

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía un evangelio eterno para predicarlo a los que habitan sobre la tierra [. . .], diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:6, 7).

John McVay

En el contexto de las escenas y fases finales del drama, habiendo llegado la hora del juicio, los habitantes de la tierra deben adorar a Dios. Luego Dios es descrito, con el lenguaje del cuarto mandamiento; descrito como Uno que creó todas las cosas. Siendo que el pasaje hace eco del cuarto mandamiento, no creo que deba dilatarse demasiado para que entendamos de que en este final del drama, los habitantes de la tierra tienen una citación celestial para volver a adorar a Dios el Creador en su Día de Reposo, en el sábado del séptimo día.

Frank Gonz‡lez

Vemos así que el sábado es parte del plan divino para sanar y ahondar las relaciones entre sus hijos. En nuestro mundo donde el verdadero propósito y significado de la vida nos elude, donde la fe languidece en los escombros de la infidelidad; aún en un mundo así, el sábado continúa señalando el llamado de Dios al alma humana.

Las páginas perdidas de la historia han revelado el maravilloso drama de este día casi olvidado, el sábado, el día bíblico y santo de reposo y de sagrada adoración. Lo hemos localizado desde su mismo origen en los registros bíblicos de la creación, cuando Dios lo estableció para conmemorar su obra creativa y definir el ciclo semanal.

Lo hemos encontrado a través de los tiempos de Jesús, cuyo ministerio lo infundió con nuevo significado; y hemos visto cómo ha estado vigente, a pesar de las intenciones de regularlo, enterrarlo o prohibirlo. Hemos descubierto la evidencia antigua del sábado en diversos lugares como Irlanda y Etiopía, donde sobrevivió durante siglos de oposición y ataque.

Lo hemos visto reanudado en las enseñanzas de los primeros anabaptistas y los Hombres del Séptimo Día ingleses. Lo hemos visto preservado frente a la persecución y el martirio. Lo hemos visto restaurado ante la atención mundial, a medida que millares y millares de cristianos descubren por sí mismos el lugar que ocupa el sábado en una experiencia religiosa basada en la Palabra de Dios.

Por fin, la Biblia completa el cuadro del sábado dándonos un anticipo de lo que será la vida venidera, el futuro en el universo perfecto. Escuchemos esto: “Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permacerán delante de mí, [. . .] de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová” (Isaías 66:22, 23).

De modo que el sábado, el memorial de la obra de creación y redención divina, es parte de los designios divinos para el futuro de la raza humana. Desde la tierra tal como salió de la mano del Creador hasta la tierra nueva perfectamente restaurada, el sábado permanece como el santuario del tiempo, transcendiendo la historia y proyectando su promesa de reposo hacia el futuro y la eternidad.



[1] “Williams, Roger", Encyclopædia Britannica de Encyclopædia Britannica Premium Service, <http://www.britannica.com/eb/article?tocId=9077077> [Leído en abril 18, 2005].

[2] William Gammell, Life of Roger Williams [Vida de Rogerio Williams] (Boston: Gould, Kendall & Lincoln, 1846) 60, 61; Edwin S. Gaustad, Roger Williams in America [Rogerio Williams en América] (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1991) 46, 47.

[3] <http://www.worldpolicy.org/globalrights/religion/ri-1663.html> [Leído en abril 18, 2005].

[4] “Letter to Major Mason, Providence, June 22, 1670” [Carta al Alcalde Mason, Providence, junio 22 de 1670”] en Letters of Roger Williams [Cartas de Rogerio Williams], recopilado por John Russell Bartlett, Providence, RI, vol. VI, pp. 346, 347.

[5] Don A. Sanford, “Entering into Covenant: The History of Seventh Day Baptists” [“Haciendo un pacto: La historia de los bautistas del séptimo día”], Newport History: Bulletin of the Newport Historical Society [Historia de Newport: Informativo de la Sociedad histórica de newport] 66, Part 1, no. 226 (1994): 5, 7.

[6] <http://www.zinzendorf.com/countz.htm> [Leído en abril 19, 2005]. Cibernética oficial de la serie documental sobre Zinzendorf de Comenius Foundation.

[7] <http://www.zinzendorf.com/countz.htm> [Leído en abril 19, 2005]. Cibernética oficial de la serie documental sobre Zinzendorf de Comenius Foundation.

[8] “Moravian church", Encyclopædia Britannica de Encyclopædia Britannica Premium Service, <http://www.britannica.com/eb/article?tocId=9053669> [Leído en abril 19, 2005].

[9] “Hus, Jan", Encyclopædia Britannica de Encyclopædia Britannica Premium Service, <http://www.britannica.com/eb/article?tocId=9041616>[ Leído en abril 19, 2005].

[10] “Zinzendorf, Nikolaus Ludwig, Graf von", Encyclopædia Britannica de Encyclopædia Britannica Premium Service, <http://www.britannica.com/eb/article?tocId=8120>[ Leído en abril 19, 2005].

[11] “ Bethlehem", Encyclopædia Britannica de Encyclopædia Britannica Premium Service, <http://www.britannica.com/eb/article?tocId=9078970>[ Leído en abril 19, 2005].

[12] Peter Vogt, “Zinzendorf’s Theology of the Sabbath” [“La teología del sábado de Zinzendorf”) en The Distinctiveness of Moravian Culture [Lo distintivo de la cultura morava], ed. Craig D. Atwood and Peter Vogt ( Nazareth, Pennsylvania: Moravian Historical Society, 2003) 209.

[13] Peter Vogt, “Zinzendorf’s Theology of the Sabbath” [“La teología del sábado de Zinzendorf”) en The Distinctiveness of Moravian Culture [Lo distintivo de la cultura morava], ed. Craig D. Atwood and Peter Vogt ( Nazareth, Pennsylvania: Moravian Historical Society, 2003) 15, 17.

[14] Peter Vogt, “Zinzendorf’s Theology of the Sabbath” [“La teología del sábado de Zinzendorf”) en The Distinctiveness of Moravian Culture [Lo distintivo de la cultura morava], ed. Craig D. Atwood and Peter Vogt ( Nazareth, Pennsylvania: Moravian Historical Society, 2003) 16. Para leer una cita textual, véase Christian Edwardson, Facts of Faith [Hechos de fe] (Nashville: Southern Publishing Association, 1942) 150.

[15] John Newsinger, “The Taiping Peasant Revolt” [“La Rebelión campesina de Taiping”], Monthly Review [Revista mensual] 52, 1 Oct. 2000. De Highbeam™ Research <http://www.highbeam.com/library/doc3.asp?docid=1G1:66937933> [Leído en abril 19, 2005].

[16] Entrevista a Jonathan Spence, septiembre 18, 2004, a la hora 01:11:32: “En China, una cosa extremamente interesante y diferente desde nuestra percepción, es que tradicionalmente el sueño, sin importar cuán interesante y extraño sea, no tiene importancia hasta que se tenga la clave de ello. Uno no se guía por el sueño para hacer las cosas según el mismo, aunque el sueño permanece en su consciencia. Sólo cuando se entienda el propósito y la dirección del sueño uno puede hacer según el sueño y pensar en ello racionalmente”.

[17] Entrevista a Jonathan Spence, septiembre 18, 2004, a la hora 01:01:33: “En ese tiempo el calendario tradicional chino habrá estado basado en las fases lunares para meses. Habrá habido doce meses del año, aunque distribuidos diferentemente que los meses del año solar occidental. No habrá habido la semana, porque no se tenía la concepción de una semana de siete días.”

[18] Hsian Ta, et.al., ed., T’ai P’ing T’ien-Kuo, Chung-Kuo Chin-Tai-Shih Tzu-LiaoTs’ung-K’an (Shanghai: Shen-chou Kuo-kuang She, 1952, vol. 4, “Chin-ling Kuei-Chia Chi-Shih Lueh,” p. 652.

[19] Hsiao I-shan, compiler, T’ai-p’ing t’ien-kuo ts-ung-shu, 4, p. 1a-b. Citado por Vincent Y. C. Shih, The Taiping Ideology: Its Sources, Interpretations, and Influences, no. 15 of Publications on Asia of the Institute of for Comparative and Foreign Area Studies [La ideología Taiping: Sus Fuentes, interpretaciones e influencias, no. 15 de Publicaciones sobre Asia del Instituto para los estudios comparados y extranjeros] (Seattle: University of Washington Press, 1972) 4, 5.

[20] John Newsinger, “The Taiping Peasant Revolt” [“La Rebelión campesina de Taiping”], Monthly Review [Revista mensual] 52, 1 Oct. 2000. De Highbeam™ Research <http://www.highbeam.com/library/doc3.asp?docid=1G1:66937933> [Leído en abril 19, 2005].

[21] Ruth Ramoth-Sampson and Angeline Newlin, compiladores, Maniilaq, pp. vi, vii. Impreso conforme a la beca del Ministerio de Educación de los Estados Unidos, Departamento de Educación bibligüe. No se debe inferir ningna sanción oficial.

[22] Ruth Ramoth-Sampson and Angeline Newlin, compilers, Maniilaq, pp. vi, vii. Impreso conforme a la beca del Ministerio de Educación de los Estados Unidos, Departamento de Educación bibligüe. No se debe inferir ningna sanción oficial. V éase la compilación en su totalidad para tener una idea más detallada de Maniilaq, disponible en <http://www.alaskool.org/language/maniilaq/Maniilaq-English.doc>.

[23] Ruth Ramoth-Sampson and Angeline Newlin, compilers, Maniilaq, pp. 69, 76. Impreso conforme a la beca del Ministerio de Educación de los Estados Unidos, Departamento de Educación bibligüe. No se debe inferir ningna sanción oficial.

[24] Nuestra versión del relato de Owkwa está basada en las entrevistas a los aldeanos de Paruima, Guyana, muchos de los cuales son sus descendientes; y el capítulo “Named by an Angel” [“Llamado por un ángel”] en Betty Buhler Cott, Jewels from Green Hell [Joyas del infierno verde] (Washington: Review and Herald Publishing Association, 1969) 173-179.

[25]

Alonzo T. Jones, "The National Sunday Law" [“La ley dominical nacional”], The Sentinel Library [Biblioteca Centinela] (Oakland: Pacific Press Publishing Association, 1889), no. 18, pp, v-vii.

[26] <http://www.senate.gov/artandhistory/history/resources/pdf/CommitteeChairs.pdf> [Leído en abril 19, 2005].

[27] Miriam Cho, "State Sunday Laws" [“Leyes dominicales estatales”] “Liberty Magazine [Revista libertad], October 31, 2003.

[28] Directory of Sabbath-Observing Groups, [ Directorio de los grupos observadores del sábado ] , novena edición] (Fairview, Oklahoma: The Bible Sabbath Association, 2001).